El Puerto Marítimo de Barcelona ha puesto en marcha un nuevo sistema de radares para la vigilancia y control del tráfico marítimo. El principal objetivo de la innovación es aumentar el nivel de seguridad de los buques mediante un seguimiento instantáneo y preciso de sus movimientos tanto dentro como fuera del puerto.
El nuevo sistema consta de dos radares instalados en la torre de control de los muelles de Energia y Llevant. Esta ubicación proporciona una visibilidad del 100% del área del puerto.
Los radares están construidos con la última tecnología, utilizando amplificadores de estado sólido. Están hechos con semiconductores, que le permiten expandir el rango de transmisión de pulsos de radar, pero al mismo tiempo reducen el poder de la radiación electromagnética. Esta tecnología prolonga la vida útil del equipo y mejora la calidad de la imagen.
El sistema permite a los despachadores detectar embarcaciones no equipadas con AYS (Sistema de Identificación Automática) y obtener datos más precisos e instantáneos sobre la ubicación de cada embarcación. En consecuencia, el nivel de seguridad aumenta significativamente.
Tal precisión de observación es importante cuando llega un gran número de barcos al puerto. Esto sucede durante varios tipos de eventos marítimos. Uno de ellos ocurrirá ya en 2024, cuando Barcelona sea la sede del evento náutico de fama mundial: la 37ª Copa América.
Además del moderno equipamiento, otros cambios también afectarán al puerto marítimo de Barcelona.
Uno de los hechos más importantes fue la firma de un convenio por parte de las empresas de transporte con el objetivo de minimizar las emisiones contaminantes. El punto principal del documento: la creación de un grupo de trabajo para acelerar la conexión de los buques a la red eléctrica común y el uso en tierra únicamente de energías limpias, cuyo origen renovable se acreditará mediante el correspondiente certificado.
Este acuerdo ha sido posible gracias a la administración de Barcelona. El alcalde de la capital catalana lleva tiempo intentando limitar la presencia de cruceros en el puerto de la ciudad.
El acuerdo fue firmado por el Port de Barcelona, las compañías de cruceros Carnival, Royal Caribbean, MSC Cruises, NCL Holding, Viking y Virgin Voyages.